Cuando el ocaso
incendia nuestros despojos
tantas sombras en andenes
sin deseos de llegar.
TARDE laburante
fumándose los sueños
en pegajosos barsuchos.
Cuántas chicas viejas
maquilladas
para no morir tan tristes.
Demasiada joda
demasiado orgullo
herirnos demasiado
demasiado…